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Crónicas de la memoria : relatos sobre la última dictadura y sus ecos en el presente / Héctor Rodríguez.

Por: Tipo de material: TextoTextoDetalles de publicación: Buenos Aires : Hernández , 2020.Edición: 1ª edDescripción: 207 pISBN:
  • 9789873777080
Tema(s):
Contenidos:
Los hilos de Patricia : un tejido hecho relato.
La búsqueda interminable : Mauricio Villalba, obrero de Astarsa.
Pedacitos de Memoria : baldosa colectiva en el Instituto Esteban Echeverría.
El día que "el pájaro voló" : la audacia del Nariz Maggio
Aquella "montonera" de Serrat : la historia singular de Marie-Anne Erize.
Parir un padre : el velo que corrió Ignacio Montoya Carlotto.
El molino y el viento : tributo a "Tere" Álvarez.
El corazón de Pichona : la entrega de María del Carmen Moyano.
Postales de un país ciego : a 40 años del Mundial 78.
Una foto y tres hermanos : restitución del Nieto 128.
"Scott" : un inglés en la ESMA.
El exorcista : la música que transforma.
Nuevo país : pobres, afuera.
El pañuelo de Laura : un emblema de los derechos humanos.
Rebusque callejero : un episodio eléctrico.
Petty : el camino de un jesuita.
El acecho de un pasado amenazante : 24 de Marzo de 2018.
"Nomeolvides" : a 30 años del primer recordatorio de Página/12.
A dónde van los poemas : la prosa de Alejandro Almeida.
El camino hacia la verdad : la infatigable búsqueda de Adelina Alaye.
"Son nuestra última esperanza" : el clamor de una Madre.
El Loco más cuerdo : René Orlando Houseman.
Una imprescindible : Delia Bernardelli, la vida y la militancia.
La mujer que nunca bajó los brazos : Chicha Mariani. In memoriam.
El lado oscuro de la condición humana : Luciano Benjamín Menéndez.
Una visita al infierno : Borges y el Juicio a las Juntas.
Resumen: Héctor Rodríguez lleva marcadas las huellas de la memoria en su cuerpo, en su mente y en su espíritu. En él funcionan como una Madre de Plaza de Mayo, una abuela que todavía busca y no encuentra a su nieto, una baldosa evocativa, un pedazo de vida que Héctor Rodríguez lleva marcadas las huellas de la memoria en su cuerpo, en su mente y en su espíritu. En él funcionan como una Madre de Plaza de Mayo, una abuela que todavía busca y no encuentra a su nieto, una baldosa evocativa, un pedazo de vida que todavía late en un recuerdo o un joven alumno que se hace preguntas sobre una época que no vivió, pero lo abruma. Sus crónicas son la bitácora de una generación diezmada por el Terrorismo de Estado y un mensaje de esperanza al mismo tiempo. Porque nos hablan del pasado que perdura en el presente para resignificarlo. Están llenas de cicatrices de los sobrevivientes que el autor recuenta con obstinación y pormenorizado detalle. Para escribirlas, primero fue testigo presencial, buscó a sus protagonistas y los entrevistó, se apoyó en los juicios de lesa humanidad, extrajo testimonios de expedientes, procesó todo lo que encontró a su paso y plasmó en este libro un tema que –como él mismo dice– “domina mi atención como ningún otro”. Gustavo Veiga. todavía late en un recuerdo o un joven alumno que se hace preguntas sobre una época que no vivió, pero lo abruma. Sus crónicas son la bitácora de una generación diezmada por el Terrorismo de Estado y un mensaje de esperanza al mismo tiempo. Porque nos hablan del pasado que perdura en el presente para resignificarlo. Están llenas de cicatrices de los sobrevivientes que el autor recuenta con obstinación y pormenorizado detalle. Para escribirlas, primero fue testigo presencial, buscó a sus protagonistas y los entrevistó, se apoyó en los juicios de lesa humanidad, extrajo testimonios de expedientes, procesó todo lo que encontró a su paso y plasmó en este libro un tema que –como él mismo dice– “domina mi atención como ningún otro”. Gustavo Veiga.
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Libro Libro Biblioteca Dr. Jorge S. Muntaner Coll 82-94 ROD (Navegar estantería(Abre debajo)) Disponible Estantería abierta 010825

La obra está organizada en tres partes: 1) Historias militantes; 2) Experiencias; 3) Semblanzas.

Prólogo de Gustavo Veiga p. 11-16.

Agradecimientos y bibliografía p. 199-207.

Los hilos de Patricia : un tejido hecho relato.

La búsqueda interminable : Mauricio Villalba, obrero de Astarsa.

Pedacitos de Memoria : baldosa colectiva en el Instituto Esteban Echeverría.

El día que "el pájaro voló" : la audacia del Nariz Maggio

Aquella "montonera" de Serrat : la historia singular de Marie-Anne Erize.

Parir un padre : el velo que corrió Ignacio Montoya Carlotto.

El molino y el viento : tributo a "Tere" Álvarez.

El corazón de Pichona : la entrega de María del Carmen Moyano.

Postales de un país ciego : a 40 años del Mundial 78.

Una foto y tres hermanos : restitución del Nieto 128.

"Scott" : un inglés en la ESMA.

El exorcista : la música que transforma.

Nuevo país : pobres, afuera.

El pañuelo de Laura : un emblema de los derechos humanos.

Rebusque callejero : un episodio eléctrico.

Petty : el camino de un jesuita.

El acecho de un pasado amenazante : 24 de Marzo de 2018.

"Nomeolvides" : a 30 años del primer recordatorio de Página/12.

A dónde van los poemas : la prosa de Alejandro Almeida.

El camino hacia la verdad : la infatigable búsqueda de Adelina Alaye.

"Son nuestra última esperanza" : el clamor de una Madre.

El Loco más cuerdo : René Orlando Houseman.

Una imprescindible : Delia Bernardelli, la vida y la militancia.

La mujer que nunca bajó los brazos : Chicha Mariani. In memoriam.

El lado oscuro de la condición humana : Luciano Benjamín Menéndez.

Una visita al infierno : Borges y el Juicio a las Juntas.

Héctor Rodríguez lleva marcadas las huellas de la memoria en su cuerpo, en su mente y en su espíritu. En él funcionan como una Madre de Plaza de Mayo, una abuela que todavía busca y no encuentra a su nieto, una baldosa evocativa, un pedazo de vida que Héctor Rodríguez lleva marcadas las huellas de la memoria en su cuerpo, en su mente y en su espíritu. En él funcionan como una Madre de Plaza de Mayo, una abuela que todavía busca y no encuentra a su nieto, una baldosa evocativa, un pedazo de vida que todavía late en un recuerdo o un joven alumno que se hace preguntas sobre una época que no vivió, pero lo abruma. Sus crónicas son la bitácora de una generación diezmada por el Terrorismo de Estado y un mensaje de esperanza al mismo tiempo. Porque nos hablan del pasado que perdura en el presente para resignificarlo. Están llenas de cicatrices de los sobrevivientes que el autor recuenta con obstinación y pormenorizado detalle. Para escribirlas, primero fue testigo presencial, buscó a sus protagonistas y los entrevistó, se apoyó en los juicios de lesa humanidad, extrajo testimonios de expedientes, procesó todo lo que encontró a su paso y plasmó en este libro un tema que –como él mismo dice– “domina mi atención como ningún otro”. Gustavo Veiga. todavía late en un recuerdo o un joven alumno que se hace preguntas sobre una época que no vivió, pero lo abruma. Sus crónicas son la bitácora de una generación diezmada por el Terrorismo de Estado y un mensaje de esperanza al mismo tiempo. Porque nos hablan del pasado que perdura en el presente para resignificarlo. Están llenas de cicatrices de los sobrevivientes que el autor recuenta con obstinación y pormenorizado detalle. Para escribirlas, primero fue testigo presencial, buscó a sus protagonistas y los entrevistó, se apoyó en los juicios de lesa humanidad, extrajo testimonios de expedientes, procesó todo lo que encontró a su paso y plasmó en este libro un tema que –como él mismo dice– “domina mi atención como ningún otro”.
Gustavo Veiga.

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